El objeto de la restauración arquitectónica es la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Vistabella, obra del arquitecto Josep Maria Jujol (Tarragona, 09/16/1879 - Barcelona, 05/01/1949). El proyecto original data de 1917 y la construcción de 1923. El edificio es una magnífica y personal obra inscrita en la arquitectura catalana modernista. Es una verdadera joya.
La pobreza de los materiales empleados, básicamente ladrillo, mortero y piedra, contrasta con la espectacular riqueza formal de las soluciones constructivas y estructurales: columnas, arcos y bóvedas generan un espacio interior complejo, personal, rico, mágico y surrealista propio del misticismo de Jujol, arquitecto, dibujante y pintor genial.
Descripción por el arquitecto. El uso del edificio -templo destinado al culto católico- no ha variado desde su origen, hecho que permite un claro planteamiento restaurador: con la mínima intervención, garantizar la pervivencia de la obra en el tiempo.
Se intentó tratar las patologías existentes buscando la solución desde su origen y recuperar la imagen interior y exterior originales, sin alterar la lógica afectación no patológica del paso del tiempo e incluso respetando determinadas afecciones antrópicas propias de acontecimientos históricos relevantes que contextualizan el edificio en su tiempo.
A partir de este planteamiento se deducen los criterios generales de intervención en referencia a cada uno de los subsistemas del edificio.
En cuanto al campanario de la iglesia, en 1934 cayó el vértice de la aguja por acción del viento y la reparación la dirigió el propio Jujol. El arquitecto incorporó ocho barras de acero en las esquinas interiores de los machones de fábrica de los cuatro pilares que lo forman, a modo de tirantes pasivos, desde la base del mismo hasta la cruz, uniéndolos en su interior al ser hormigonada “in situ” y tapadas con mortero y ladrillos a lo largo de los machones. Con los años, el revestimiento de los tirantes se desprendió varias veces y la oxidación de los tirantes de acero acabó agrietando los machones de fábrica y desvinculando sus secciones.
La intervención más importante conceptualmente, aunque con una incidencia imperceptible en el edificio, corresponde a la substitución de estos tirantes de acero que trabajaban de forma pasiva y, por lo tanto, obligaban a una grave fisuración de la fábrica de ladrillo para entrar en servicio. Se reemplazaron entonces por tirantes activos tensados adecuadamente, monitorizando el proceso mediante galgas extensométricas y control informático, con el fin de garantizar los estados tensionales deseados en base a datos obtenidos en ensayos científicos y rigurosos realizados sobre la propia estructura del campanario.
Las instalaciones necesarias para optimizar y mejorar las prestaciones del edificio en cuanto a iluminación, ventilación, control de la humedad y temperatura se ubican en el cuerpo secundario, sacristía y almacén, servidor del cuerpo principal y sin ninguna afectación sobre éste.
Ejecutada la Fase 1, restauración del campanario y de la bóveda principal, se prevé la ejecución del resto de fases con lógica constructiva propia para ser ejecutadas en función de la gravedad de las patologías y de los fondos económicos disponibles.
Arquitecto: Santi Prats i Rocavert
Ubicación: Plaça del Doctor Gaspà Blanch (Carrer Major, 19), Vistabella, 43765 La Secuita, Tarragona, Catalunya, España
Coordenadas: Latitud 41° 12′ 32″ N, longitud 1° 15′ 55″ E
Año: 2016
Superficie construida: 312 m2
Promotor: Arzobispado de Tarragona
Equipo: Enrique Otero Neira, Arquitecto, Roger Señís López, Arquitecto, Carlos Rillo Lizán, Arquitecto Técnico, Ton Fumadó Abad, Ingeniero Industrial
Presupuesto: Fase-1 (ya ejecutada) 194.814 Euros / Todas las fases (1-6) 569.950 Euros
Imágenes: Santi Prats i Rocavert